El presente blog es el resultado del trabajo en conjunto de los estudiantes del colegio normal superior de Leticia, el profesor titular del curso Rubén Suarez y la maestra en formación Marylin González, extraído y apoyado de la práctica pedagógica en modalidad integral realizada en Leticia (Amazonas), con el grado 5 de primaria, que se desarrolló el primer semestre del año 2015, donde los chicos se organizaron por grupos y respondieron todo un semestre a diversas dinámicas de trabajo relacionadas con la histología vegetal y el uso de las TICs. Obteniendo como resultado el blog en el cual se mostrara una pequeña parte de todo el trabajo realizado.

Leticia (Amazonas), con el grado 5 de primaria

Leticia (Amazonas), con el grado 5 de primaria

viernes, 5 de junio de 2015

HUITO



HUITO



AUTORES: Carla del rosario, Giovanna Suarez, Selva Valentina, Greyci Beleño, Lidia.


 




















Phyllum: Plantae
Subphyllum: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Magnoliopsidae
Orden: Gentianales
Familia: Rubiaceae
Subfamilia: Ixoroideae
Género: Genipa
Especie: Americana
Nombre científico: Genipa americana

Descripción:
Es un pequeño árbol monoico, de 15 m de altura (raramente de 25 m) y tronco cilíndrico, recto, de 60 cm de diámetro, con contrafuertes de 1 m. Hojas opuestas, lanceoladas a oblongas, 20-35 cm de largo y 10-19 cm de ancho, verdes oscuras lustrosas, de margen entero. Flores en cimas, blancas, amarillas o rojas, con 5 corolas lobuladas de 5-6 cm de diámetro, y 12 mm de ancho. El fruto es una baya comestible de cáscara gruesa, de 4-8 cm de largo y 4-6 de ancho, castaña, globosa, escabrosa al tacto, 40-80 semillas. Semillas fibrosas, 8 mm de largo y 9 mm de ancho y 2 mm de grueso, blancas, elipsoides, al secar negras.

Usos:
Genipa americana se cultiva por su fruta comestible, y para bebidas, mermeladas, helados, polvos azucarados. En medicina tradicional útil en tratar ataques del pez candirú. Los indígenas también se lavan sus piernas en el líquido claro de la fruta, que tiene un efecto astringente. Cuando el líquido se oxida, tiñe de negro la piel. El teñido es permanente, pero solo afecta las capas externas de la epidermos. Así, pues, cuando la piel se renueva, la mancha desaparece en unas dos semanas. Es empleado en el ritual de la pelazón, que es una fiesta del paso de la niña a mujer y se da cuando a la niña le llega por primera vez la mestruación.
El jugo de la fruta inmadura es claro, e induce una reacción química en la piel humana cambiando su color a un azul oscuro, por lo que es usado como pintura corporal. La fruta madura del huito se toma cruda o en mermelada. La fruta es elaborada en infusión y bebida como remedio para la bronquitis.
Con los frutos maduros y fermentados con aguardiente se hace una bebida alcohólica.
El fruto es insecticida, la pulpa se la untaban los indígenas como repelente. Y también bactericida y germicida (probablemente debido al fenol).
Madera noble, de buena calidad, dura, flexible, fácil de trabajar. Se hacen cajas, culatas de escopetas, arcos de barriles, carretas, vehículos, hormas de zapatos, embarcaciones pequeñas, ebanistería, carpintería.





TEJIDOS


Corte transversal raíz huito, GREYCI 2015.


Corte transversal fruto del huito, SELVA 2015.



 

Corte transversal tallo del huito, GIOVANNA SUAREZ 2015.


Corte longitudinal hoja del huito, CARLA DEL ROSARIO 2005.



MITO
“ORIGEN DE LOS TICUNAS”

Hace mucho tiempo en el principio de la vida, existían dos seres humanos llamados Yoí e Ipi, quienes para la etnia ticuna son los primeros habitantes de la tierra.
Yoí era el hermano mayor, juicioso, responsable y muy amable. Ipi era el menor, este era muy brincón, todo le parecía recocha, hacía muchas locuras. Sin embargo vivían juntos, Yoí le enseñaba a cazar animales, a labrar la tierra y se entendían mucho con la selva, pero al pasar los años la necesidad de crecer y hacerse hombres grandes, les hizo cambiar sus comportamientos. Un día Yoí salió a cazar animales para Ipi, ella se quedó en la choza, esperando a su hermano. En la selva Yoí sentía que su corazón quería una mujer y anhelaba que se le apareciera una. Se sentó debajo de una mata de umarí y habló fuerte mirando hacia arriba, vio una fruta de umarí que estaba en lo más alto y dijo: ¡como quisiera comerte, te ves deliciosa! Cuando bajó la mirada vio en sus piernas una hermosa muchacha sentada, ella lo acarició agradeciéndole por haberla llamado. Enamorados pero muy respetuosamente se veían todos los días.
Pero Ipi, ya se había dado cuenta que su hermano había cambiado con él, ya no era cariñoso, ni atento, solo quería estar en el monte, entonces decidió seguirlo para ver que le pasaba, pero no encontraba nada, ningún motivo, hasta que un día, Yoí tuvo que irse a cazar muy lejos, entonces decidió esconder a la muchacha en una flauta, cantando y soplando la flauta, ella se metía, se hacía pequeñita y alcanzaba dentro, así mismo salía, soplando la flauta. La escondió en el techo de la choza y se fue pensando en que su hermano le fuera a descubrir, pues se tenía que quedar haciendo los quehaceres de la casa. Ipi se dio cuenta de algo, vio lo pensativo de su hermano y se dijo: “Voy a descubrir lo que esconde” y comenzó hacer chistes, travesuras con la escoba, saltaba, lloraba, cantaba raro, hizo cosas locas, hasta que la muchacha no aguantó la risa y fuertemente soltó una risa, Ipi la escuchó y buscó y buscó y la encontró, sopló la flauta, al salir la muchacha, la hizo su mujer completamente. Esto hacía cada vez que su hermano salía a cazar, hasta que no pudo volverla a meter en la flauta porque la muchacha había quedado embarazada, la barriga le creció y no alcanzaba en la flauta.
Un día Yoí se dio cuenta porque se devolvió a recoger algo que se le había olvidado y los vio juntos. Triste y enojado los castigó, llevándolos a labrar la tierra todo el día y todos los días, él se sentía traicionado, pues él la respetaba y ella se dejó tocar de su hermano Ipi. Yoí muy enojado con su hermano lo hacía trabajar mucho, hasta que nació el bebé, hizo subir a Ipi a una mata de huito, este no quería, pero Yoí, le dijo, que tenían que purificarse, limpiarse del pecado que habían cometido, que era la traición. Entonces Ipi subió, cogió los frutos verdes de huito, abajo los rayó y el zumo lo untó en la piel de la muchacha y la del bebé, él también se untó, luego lo que sobró del huito, el afrecho o vástago lo arrojaron a la quebrada, y cuando estos cayeron al agua se convirtieron en pescados, así se dio origen a los diferentes especies de pescados que existen en el Amazonas.
De acuerdo a la cosmovisión del pueblo ticuna, antes de ser hombres fueron peces hasta que su padre Yoi los sacó de las aguas, utilizando como carnada pedazos de yuca.

Narrado por mi abuela: Santa Cuellar de la etnia ticuna.
Copiado por Greicy Yineth Beleño Pereira



 

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